El pasado día 15 de noviembre, coincidiendo con la presentación del Informe científico de las Naciones Unidas sobre el cambio climático durante la semana del 12 al 17 en Valencia, numerosas organizaciones ecologistas, sindicales, sociales y ciudadanas del Estado español convocaron un apagón con el lema: “Frente al cambio climático: actúa ya”. Muchos se sumaron a está iniciativa y en los reportajes de las terceras noticias varias veces se vio como apagaban sus luces los ayuntamientos, museos, edificios oficiales, etc. ¡¡¡ E incluso el Ministerio de Medio Ambiente!!!. Estaba pensando precisamente en Madrid que este fin de semana pasado (23 de noviembre), solo 8 días después del apagón tan vitoreado, mientras en Francia el presidente Zapatero recordaba lo absolutamente comprometido que está con el cambio climático, en Madrid se inauguraba la iluminación navideña... Casi un mes y medio de calles llenitas de millones de bombillitas de luz (lo digo en diminutivo que me cuentan que al ser más pequeñas consumen menos). Que conste que me encanta pero a ver, que alguien me explique porque tengo que ahorrar dentro de mi casa (Zapatero) si fuera gasta así el ayuntamiente.
En Barcelona se sustituyen las antiguas por nuevas ecológicas. Eso está bien, aunque me gustaría estar ahora trabajando de contable en la empresa que las fabrica (milloncitos de bombillitas nuevecitas). Y de la basura de los milloncejos de las bombillatas antiguas ni mentarlo.
En varias ocasiones he denotado mi excepticismo hacia el cambio climático pero es que siempre me sale por igual. Si realmente el cambio climatico es por nuestra culpa (de la humanidad desarrollada aunque no creo que influyamos mucho) deberiamos renunciar a gran parte de nuestra sociedad del bienestar actual. Habría que dejar de conducir tanto el coche, habría que dejar de encender la calefacción (o reducirla considerablemente para que se note), habría que dejar de planchar tanto la ropa, habría que dejar de ducharse/bañarse tanto, habría que dejar de consumir productos que consuman como latas, envases, etc. habría que dejar de encender el aire acondicionado, habría que dejar de consumir tanta ropa, tanto papel , tanto equipo electrónico caduco cada 3 años. Habría muchos 'dejar de...' que hacer y eso significa mucha gente dejando de trabajar, de gastar, de cotizar, etc, etc. Tal como yo lo veo un circulo cerrado y peligroso. ¿Somos capaces de volver a vivir de los productos del campo producidos por nosotros mismos? Pero todos, no solo unos cuantos, que sino no vale. A mí no me vale que yo tenga que ir en bicicleta si el vecino sigue en coche y avión.
¿Se imaginan una Navidad sin bobillas encendidas, con los electricistas en el paro, todos en casa sin gastar, jugando a las cartas bajo las mantas y sin calefacción? Bonito cuento de Navidad.
2 comentarios:
Si, supongo que se trata de no despilfarrar, pero siempre hay alguien que despilfarre más que yo, por ejemplo, el nuevo Mesías Al Gore. El viaja por todo el mundo en avión propagando su nuevo evangelio. Podría difundirlo por internet o videoconferencia y ahorrar mucha energía, pero lo que menos le preocupa es el cambio climático. En realidad lo que le importa es el cambio de divisa, cuando cobra las cifras astronómicas que cobra por sus conferencias en otra moneda distinta al dollar. Cuando fué vicepresidente de EE.UU. no tomó las medidas necesarias y que estaban a su alcance y bajo su responsabilidad, ahora sigue sin cambiar su modo de vida, pero pretende que los demás lo hagamos.
Yo estoy de acuerdo en ser respetuosos con el medio ambiente y no gastar más de lo necesario, pero si tenemos que volver a la edad media, eso es otra cosa. Los políticos han encontrado un filón para sus cmpañas electorales y nos van a abrasar con ellas, pero medidas lo que se dice medidas, sólo las gilichorreces como la planta de energía solar de la Moncloa. ¿Donde leches pongo eso yo en mi casa?, ¿Tengo que irme a vivir a un chalecito para ahorrar energía?.
Veo que me has entendido. Cuando tengas el chalet ecológico (es decir, hecho con adobes y arcilla) me avisas.
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