Como ya sabéis, desde hace unos días Aquilina se vino a vivir conmigo. Me costó mucho decidirme entre la pechonalidad de Veroxnica y el trasero de Aquilina pero finalmente mi timidez afloró y preferí mirar desde atrás.
Nuestro encuentro fue como en esas grandes historias. El día que fui a buscarla llovía a mares. Tuvo que quedarse sola y húmeda en el garaje. Yo la sequé con esmero para que ninguna gotita dejara huella de polvo pegado. Me fui a dormir. Al día siguiente estaba nublado, monte a aquilina y salímos a pasear. En la primera tumbada volvió a gotear y antes de llegar a la segunda calle en nuestro primer paseo ya llovía a cantaros de nuevo. Otra vez la misma historia. Esto no va a funcionar.
Nuestro encuentro fue como en esas grandes historias. El día que fui a buscarla llovía a mares. Tuvo que quedarse sola y húmeda en el garaje. Yo la sequé con esmero para que ninguna gotita dejara huella de polvo pegado. Me fui a dormir. Al día siguiente estaba nublado, monte a aquilina y salímos a pasear. En la primera tumbada volvió a gotear y antes de llegar a la segunda calle en nuestro primer paseo ya llovía a cantaros de nuevo. Otra vez la misma historia. Esto no va a funcionar.
Sin embargo ya se sabe en la vida que el que la persigue la consigue y Yo le tenía ganas. Por la tarde volvimos a abrazarnos, mano contra manoillar, culo contra trasero, perfecto. Calentamos un poco el ambiente ya que la primera vez hay que ir despacio. En necesario calentar (el motor) antes de cogerla por primera vez e ir poco revolucionado. Aquí como con otras cosas si vas muy deprisa al principio puedes resbalarte y caerte con todo el equipo. La música comenzó a ronronear, la tensión se palpaba en la carne de gallina y por fin metimos primera. Suavemente empezamos a movernos al unisono, ella y Yo. Adelante, izquierda, adelante, derecha, ¡PARA!. Cuando las gomas son nuevas (a estrenar) están muy resbaladizas y es necesario moverlas un poco para que se adapten (160km). Después del ímpetu inicial llegas a un punto en el que necesitas parar. Bajas los pies, te estiras, cambias de postura y finalmente te miras al espejo (de la moto), satisfecho. Te das cuenta que te están mirando y Aquilina es el centro de atención.
Rojo..., amarillo... y adelante embragando de nuevo la sensación única de que has elegido bien.
Por el camino vimos a otras amigas como Sharona de 800 y a super Gertru pero ya no me llamaban lo más mínimo. El aire me pega en la cara y hace que las sensaciones aumenten. Lástima, es hora de recoger y casi no me he enterado.
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Honda Shadow VT 125 alias Shara.
Yamaha XV Virago 250 alias La Maja.
Hyosung GV Aquila 250 alias Aquilina.
Kymco Venox 250 alias Veroxnica.
Suzuki Marauder 250 alias Mara.
Suzuki Intruder 250LC alias Gertru.
CSR Custom 250 twin alias La Chinita.
Hamel 250 alias Amelia.
Beta Jonathan 350 alias Bea.
Yamaha DragStar 650 alias PUM-PUM.
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1 comentario:
No sabia nada de tus "liges", un buen dia os hago un retrato.
Un abrazo
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